EL PROCESO DE SÓCRATES

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Liliana Fort

Resumen

Cómo se miran los usos? ¿Qué contenidos tienen las convenciones?
Cratilo tenía proyectado hacer un estudio sociológico acerca
de los “usos del lenguaje”, en cada momento. Cuando buscaba las causas de algunos acontecimientos, lograba ciertas constantes estadísticas de lo que abstractamente llamaba los “hechos”. Él tratará de llegar a constantes declaradas universales para convencer a los demás de la
verdad; pero como él sabe que los nombres sólo son articulaciones de voces sin contenido estable, sabe que sólo ayudará a su propio futuro, no al de los seres humanos.
Sócrates en cambio, parte de la idea de que hay un discurso verdadero y uno falso. El nombre es la parte elemental del discurso y puede ser verdadero o falso. Él no pensaba que la esencia del hombre fuera relativa a lo que cada individuo puede instaurar en el lenguaje según su poder, sino más bien que expresaba a individuos que se convienen en el lenguaje según logren la educación de sus cuerpos. Esta era su pedagogía.
Sólo si la humanidad comparte el criterio de lo que es la verdad, podrá mirar la existencia de sujetos buenos y otros malos. Podrá hacer un juicio en donde establece la diferencia entre ellos, e impulsar a los  primeros. Términos como santidad, belleza y justicia no pueden ser nombrados en todos los escenarios, sólo lo son en un ambiente en donde las personas se educan. Sólo en un escenario en donde se individualice cada cuerpo para organizarse en la consecución de una vida buena, se realizan estas ideas arquetípicas. Pero no es Cratilo, ni los atenienses quienes montan ese escenario educativo en donde se organizan las voluntades. Ellos conciben a los dioses como seres ultraterrenos con los cuales se establecen relaciones de intercambio para la satisfacción de algún deseo no educado socialmente. Los intemperantes hacen esto y se vuelven “funcionales” a un orden que no les pertenece. El futuro para ellos es el de la consecución de su propio deseo, no piensan el la inmortalidad a través de las generaciones, precisamente propiciando la vida civilizada de ellas. Es Sócrates quien monta el escenario adecuado para grabar, en el imaginario social esta concepción de una sociedad futura en donde seremos recordados por haber contribuido a nombrar con propiedad a las personas y las cosas. El deseo de una inmortalidad no metafísica, es lo que lo llevó a educar a sus alumnos. A esa inmortalidad, la llamó reconocimiento en el lenguaje.

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Cómo citar
Fort, L. (2017). EL PROCESO DE SÓCRATES. Revista De La Facultad De Derecho De México, 55(244), 33–59. https://doi.org/10.22201/fder.24488933e.2005.244.61567