Vacunas recientes en virología humana

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CARLOS CAMPILLO SAINZ

Resumen

Desde los trabajos de Jenner en 1798 sobre la prevención de la viruela humana, la vacunoterapia quedó ligada en su origen con la Virología. Casi un siglo después Pasteur, en 1884, mediante pases sucesivos en el conejo por vía intracerebral, logró transformar el virus rábico de la calle, en virus fijo desprovisto de capacidad infectante por cualquier otra vía que no sea la intracerebral. El virus fijo, expuesto por tiempos variables a la acción desecadora de la sosa cáustica, sufrió la pérdida gradual de su poder patógeno quedando así en condiciones de ser utilizado como vacuna. Con ello Pasteur había descubierto, además de la vacuna antirrábica, dos hechos fundamentales: primero que los virus sometidos repetidas veces a pases sucesivos en ciertos huéspedes y por ciertas vías de inoculación, cambian sus propiedades originales, es decir, experimentan mutaciones y, segundo, que la patogenicidad de dichos virus puede atenuarse y destruirse por el efecto de agentes químicos. Todavía en nuestros días esos principios conservan plena validez y sirven de base para la obtención de nuevas vacunas destinadas a proteger al hombre y a los animales.

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