La nueva mística y la educación médica

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Carlos Véjar Lacave

Resumen

Si verdad es que la medicina nace con el hombre, verdad es también que a lo largo de su historia sufre modificaciones múltiples en su ejercicio en sus métodos curativos y por sobre todas las cosas en sus concepciones filosóficas. La enfermedad, como la vejez y la muerte, son fenómenos que el hombre tiene que aceptar sin explicación lógica; constituyen actos que escapan a su comprensión y al mismo tiempo se evaden de su dominio. Los avances espectaculares de la medicina de ahora, no han sido capaces de borrar la enfermedad sino de cambiar su nomenclatura. Si hace treinta años el médico encontraba en su consulta profesional un cincuenta por ciento de enfermos afectados de tuberculosis, de sífilis y otras plagas venéreas; la ciencia ha logrado desterraren gran parte estas calamidades pero la enfermedad sigue en pie. No son la sífilis y la tuberculosis sus signos ahora, más sí el infarto la hemorragia cerebral y el artritismo. Las denominaciones han cambiado, pero ¿acaso podemos decir ahora que hay menos enfermos de los que había en la década de los treinta?

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