Angustia normal y angustia patológica

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Ramón de la Fuente

Resumen

Introducción. La imagen del hombre que tiene el médico enmarca selectivamente sus percepciones, sus interpretaciones y también su conducta terapéutica. Si esa imagen es la yuxtaposición de los datos que aportan las ciencias básicas y la conducta explícita, es posible que ciertos problemas importantes, como el de la angustia, queden fuera del campo de su advertencia. Por otra parte, si la imagen que el médico tiene del hombre, es la de un ser que es parte de la naturaleza, pero que a diferencia de otros es responsable de sus actos, tiene conciencia del margen de su libertad y de su vulnerabilidad y está dotado de imaginación y obligado a dar sentido a su vida y a su muerte, la relevancia de los predicamentos del hombre en su salud y en sus enfermedades se hace aparente, y la angustia emerge cono un fenómeno central. La angustia normal del hombre, la que es inherente a su naturaleza y a su vida, es el prototipo de otras formas de angustia que son patológicas. Ambas deben distinguirse.

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