Termorregulación y fiebre (lo que el sentido común no revela)

Resumen

Los organismos vivos dependen de la temperatura al punto de que su supervivencia misma está supeditada a la eventualidad de que ésta se mantenga dentro de ciertos límites. Así mientras que las temperaturas bajas tienden a frenar los procesos metabólicos, las temperaturas altas son capaces de destruir la estructura misma del organismo. No debe extrañar por lo tanto que, del gran número de adaptaciones que los seres vivientes han hecho a su medio, destaquen por su importancia las que se refieren a los cambios térmicos del ambiente.