LA PROMOCIÓN DE LAS HUMANIDADES EN EL BACHILLERATO: ENTRE LA ADAPTACIÓN Y EL OBSTÁCULO

Resumen

En los últimos años, el uso de nuevas tecnologías en la educación se ha vuelto casi obligatorio para los profesores. Sin embargo, su implementación no siempre resulta en la mejor preparación de los alumnos. En el mejor de los casos, cuando la información digital se presenta en forma alfabética, podría decirse que un adolescente lee más de lo que se cree, pero lo fundamental no es la longitud de la lectura ni la velocidad con la que se haga, sino el tipo de textos que caen en sus manos. Por otra parte, el desarrollo del lenguaje visual, con imágenes y pantallas “touch”, ha logrado dejar en el olvido la relación entre palabra y pensamiento. La función de aquel que se inclina por el estudio de las humanidades, al alejarse del beneficio económico, podría considerarse inútil o hasta inexistente. Ante la ausencia de una conciencia social del campo de acción de los humanistas, su integración social se dificulta. Pero la realidad es que más allá de proveer un futuro económicamente alentador en sí mismas, las humanidades estimulan los procesos de razonamiento de los adolescentes, lo cual ayuda a que el individuo sea capaz de enfrentarse a tareas cognitivas de alta complejidad de manera más inmediata, cualidades que sin duda contribuyen al desarrollo de un mejor profesionista en cualquier área. En este artículo trato las razones por las que el estudio de la literatura y la filosofía en el bachillerato no debería siquiera ser cuestionado, con el objetivo de exhortar a los profesores de este nivel a no olvidar su deber social ante la necesidad de mantener vivas las humanidades