Revista mexicana de bachillerato a distancia

Proyectos y programas

El programa de Fundación CASO para estudiantes sobresalientes

Selene Itzel Valdez González

Fundación CASO’s program for gifted students

Resumen

En este texto se presenta, desde el punto de vista de una estudiante, la experiencia de cursar el Bachillerato a Distancia de la UNAM (B@UNAM) en el marco de su participación en la Fundación CASO, dedicada a apoyar el desarrollo de estudiantes sobresalientes. Se relata cómo se detectó que es una alumna sobresaliente, qué tipo de ajustes en la escolaridad se llevaron a cabo para completar la secundaria y el bachillerato en solo cuatro años, así como la organización que se tuvo para integrar actividades e intereses personales a su formación académica.

Palabras clave: Sobresalientes; aceleración; B@UNAM; INEA.

Abstract

This text presents, from the perspective of a student, the experience of pursuing UNAM's distance high school (B@UNAM) while participating at CASO Foundation, which is dedicated to supporting the development of gifted students. It describes how she was identified as a gifted learner, what kind of adjustments were made to her schooling to complete the junior and high school programs in only four years, as well as the arrangements to integrate personal activities and interests into her academic training.

Keywords: Gifted; acceleration; B@UNAM; INEA.

¿Cómo supimos de mi condición de estudiante sobresaliente y cómo he evolucionado?

En sexto de primaria nos aplicaron unos exámenes los primeros días del ciclo para ver nuestros niveles individuales, qué tanto conocimiento teníamos de cada materia. Eran conocimientos que nunca habíamos visto, pero yo saqué nueve u ocho en la mayoría de los exámenes, mientras mis compañeros sacaban seis o menos. La maestra se dio cuenta y le habló a mi mamá. Dos meses después, antes de cumplir los 11 años, me aplicaron pruebas de inteligencia y nos indicaron que tenía un coeficiente intelectual más alto que el promedio.

Completé el sexto grado en la primaria normal, con mis compañeros, pero los viernes nos íbamos a la Ciudad de México a la escuela donde me diagnosticaron para tomar clases de historia y química. Se trataba de talleres que cursaba con otros niños también sobresalientes, principalmente hombres.

Un par de meses antes de salir de la primaria empecé a tomar clases de matemáticas de nivel secundaria. Yo estaba con el grupo y realmente no se me complicaba. Después nos cambiamos a la escuela de CASO donde empecé la secundaria, con el programa del Instituto Nacional de Educación para los Adultos, INEA, donde oficialmente abandoné la escolarización normal para poder terminar la secundaria en dos años y el bachillerato también en dos años.

Hacía la mitad del trabajo en línea desde mi casa, pero también iba constantemente a la escuela, unos dos o tres días a la semana, para estar ahí con los otros niños, para que la maestra nos enseñara el tronco común de secundaria pero también teníamos clases de arte, de ábaco japonés o de inglés. Después de dos meses de estar en secundaria vino la pandemia.

Entonces ya no podíamos ir a la escuela y continué toda la secundaria en línea. La terminé, hice el examen para graduarme y hace ya dos años entré a B@UNAM.

Todo el proceso estuvo bastante tranquilo, bastante bien. Me daba mucha oportunidad para desarrollarme en cosas distintas: fue más fácil tener flexibilidad con el programa, estudiar varios idiomas (al final de la secundaria terminé con el nivel C2 de inglés e inicié con el alemán). Además, empecé mi entrenamiento en tres deportes que he estado practicando. Tomé clases para tocar algunos instrumentos musicales...; en fin, realicé muchas actividades distintas o me involucré en temas que personalmente me gusta investigar. Hace poco acabo de terminar el bachillerato y en enero entraré a la universidad.