ACCIÓN DE LOS HONGOS EN LA ELIMINACIÓN DE METALES DE AGUAS RESIDUALES Y COMPARTIMENTOS AMBIENTAL: UNA REVISIÓN

Resumen

Los efluentes ricos en metales son muy comunes y generan gran preocupación, ya que, aunque estos elementos se encuentran fácilmente en la naturaleza, se encuentran en concentraciones muy pequeñas. Así, por acciones antrópicas, los metales terminan disponiéndose en ambientes donde no serían fácilmente encontrados y en altas concentraciones, por lo que es necesario que estos contaminantes sean tratados de manera adecuada y sustentable. Existen varios métodos para eliminar metales, incluidos los químicos, físicos y biológicos. La adsorción de metales es uno de los métodos de tratamiento más utilizados para la eliminación de metales del medio líquido debido a su sencillez, facilidad de operación y buena rentabilidad, especialmente si el adsorbente utilizado es abundante. El proceso de adsorción, cuando se utiliza un adsorbente biológico, se denomina biosorción/bioacumulación, lo que, además de las ventajas ya mencionadas, amplía las posibilidades con el uso de residuos orgánicos, organismos vivos o muertos o otro material de bajo costo. El objetivo de esta revisión es realizar un estudio sobre la remoción de metales por biosorción y bioacumulación. Los procesos conocidos como biosorción y bioacumulación han ganado mucho protagonismo en las últimas dos décadas debido a los buenos resultados de remoción y recuperación de iones metálicos. Actualmente, se utilizan varios tipos de biosorbentes, como los residuos orgánicos de los segmentos industriales, precisamente porque es un sector que produce residuos en abundancia. Además de los residuos, las plantas y los microorganismos también se utilizan ampliamente en los procesos de eliminación de metales. La biomasa fúngica, viva o muerta, tiene un papel muy importante en este proceso de tratamiento. Porque tienen una excelente capacidad para adsorber metales en medio acuoso y, tratándose de biomasa viva, se puede tener en cuenta su versatilidad y capacidad para resistir y adaptarse a diferentes concentraciones de metales. Además, el metabolismo en el proceso de bioacumulación puede ser una herramienta adicional en el proceso de tratamiento. Los géneros Aspergillus y Penicillium se encuentran entre los más utilizados para la remoción de varios metales solos o en cócteles, con eficiencias de remoción que, según los estudios observados, pueden variar entre 28 y 99%. En este sentido, es importante estudiar y seleccionar cepas fúngicas capaces de promover la remoción de diversos metales en diferentes concentraciones, con la intención de reducir los impactos ocasionados por efluentes contaminados con metales.